"Muerte por ahogo y desaparecida", esa era la noticia del día, que me hizo volver enseguida a Valdivia.En el bus iba medio perdida, no sabía bien con quien me encontraría y como me verían después de 3 años evitando el encuentro con mi Padre y toda la parentela, sentía una pena extraña, un poco sorprendida hasta por sentirla y llevada por un impulso involuntario, me veía camino a ver a ese hombre que me había jurado no visitar mas... ahora solo quería abrazarlo y decirle con una certeza desconocida que mi tía iba a aparecer.
Llegamos directo al río, al lugar donde había ocurrido esta tragedia familiar, vi a mi Padre, inmediatamente corrí a abrazarlo, lloramos un poco y dije las palabras que pensé antes, así, con esa familiaridad de siempre salude a todos y abracé a quienes quise.
Eran cerca de las cinco de la tarde, ese miércoles hacía un calor bastante particular, un calor muy seco y con poco viento... estaba realmente sofocante el aire... fue en eso, mientras la esposa de mi padre cerraba los ojos de cansancio, recibimos la esperada y triste noticia, mi tía había sido encontrada 9 km. río abajo y 10 metros bajo el río.
Se me encogió el pecho, se me subió la guata y los ojos se hicieron de agua, la respiración costaba y dolía todo eso que es injusto, dolía pensar en que ya era cierto, que ahora venía lo mas triste, me dolía mas que todo mi papá.
ya tenía todos esos rollos adolescentes superados, eso era lo que yo pensaba, que ya no dolían, que hasta podía entender a mi madre y que mi papá me era indiferente, pero siempre pasa algo que viene a comprobarme todo lo contrario, que me sigue doliendo no haber sido la niña de sus ojos, que aún pesa la ausencia... y que sigo queriendo ser chiquitita para que el abrace y proteja... pero estoy un poco vieja para finales felices.
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