19.5.11

María Quejona

VERGÜENZA DE PAÍS, EL QUE CONSTRUIMOS DÍA A DÍA.
Sin derecho a nada, ni al agua, ni a la tierra.
La democratización -capitalización- del acceso, que solo le ha hecho daño a la calidad.
Salud y educación mercantilizadas por los gobiernos que se decían de centro-izquierda.
El gobierno actual solo viene a cerrar los tratos que quedaron conversados con ellos.
Esos que "derrocaron" la dictadura pero siguieron funcionando obedientemente a sus normas.
No aprendieron nada, el tirano sigue penando desde su cripta.

Y más que todo, la decepción de los cuarentones y cincuentones que gritaban por el NO y, se quedaron sentaditos y expectantes de como la clase política que ellos armaron, vendía al país a puerta cerrada, putos vagos y condescendientes. Burgueses de mierda.

No es odio, solo decepción.

1 comentario:

Álvaro Oyarzún dijo...

diría yo que no es odio ni decepción, solo resentimiento. Usted habla por la herida... normal! Como dice el poeta Bertoni, "si uno no habla por la herida, por donde mierda una habla".
en todo caso comparto sus sentimientos y rabias profundas.

saludos amiga